La polimiositis es una enfermedad inflamatoria que hace que el cuerpo produzca anticuerpos contra sus propios tejidos. Se caracteriza por la debilidad muscular progresiva que provoca, especialmente entre los músculos más cercanos al tronco del cuerpo. Otros síntomas pueden incluir sensibilidad en las articulaciones, problemas del habla, dificultad para respirar, fatiga o dificultad para tragar.
¿Sabías?
Debido a que la polimiositis es una enfermedad progresiva, puede ser difícil identificar los síntomas cuando comienzan. Además, muchas personas con polimiositis experimentan variaciones en los síntomas que pueden variar en gravedad y frecuencia, lo que complica aún más el diagnóstico. No se sabe qué causa la enfermedad ni qué tipos de estímulos pueden desencadenar ataques, pero hay tratamientos disponibles para ayudar a prevenirlos y minimizar su gravedad.
Preguntas frecuentes
¿Qué tipo de factores podrían ponerme en riesgo de desarrollar polimiositis?
La polimiositis es más común entre las mujeres adultas, especialmente entre las edades de 40 y 60 años. Sin embargo, cualquier persona de cualquier edad o sexo puede desarrollar la enfermedad, incluidos los niños de entre 5 y 15 años.
¿Qué tipos de tratamientos están disponibles para la polimiositis?
Los ejemplos de tratamientos de polimiositis incluyen terapias inmunosupresoras, inhibidores de TNF, fisioterapia y modificaciones dietéticas. El tratamiento continuo también puede ayudar a los pacientes a recuperar el tono y la función muscular perdidos.
¿Hay algo que pueda hacer para ayudar a facilitar el tratamiento de la polimiositis?
Uno de los pasos más efectivos que puede tomar para ayudar a controlar la polimiositis es evitar la actividad física hasta que su reumatólogo controle la enfermedad y los síntomas comiencen a mejorar.