La vasculitis es una enfermedad inflamatoria que provoca el engrosamiento de las paredes de los vasos sanguíneos. Debido a que existen varios tipos de vasculitis, los signos y síntomas pueden variar significativamente de una persona a otra. Sin embargo, muchas personas que padecen esta enfermedad experimentan dolores musculares y articulares, así como entumecimiento y debilidad. Algunos también experimentan fiebre, fatiga y pérdida de apetito que puede conducir a la pérdida de peso.
¿Sabías?
En algunos pacientes, la vasculitis es aguda y se resuelve después de un corto período de tiempo. Otros, sin embargo, padecen vasculitis de forma crónica y deben someterse a un tratamiento de vasculitis a largo plazo para evitar daños en órganos y tejidos. La vasculitis puede ocurrir por sí sola sin una causa o explicación conocida, o puede ocurrir como una condición secundaria causada por una condición médica subyacente, como una infección o una enfermedad del sistema inmunológico.
Preguntas frecuentes
¿Podría estar en riesgo de desarrollar vasculitis?
Cualquier persona de cualquier edad o sexo puede desarrollar vasculitis. Sin embargo, algunas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar vasculitis que otras. Estos incluyen personas que padecen una afección autoinmune preexistente, así como personas a las que se les ha diagnosticado una afección crónica, como hepatitis B o C.
¿Necesito tratamiento para la vasculitis?
Aunque no todos los casos de vasculitis requieren intervención médica, muchos sí. Por eso es importante buscar el consejo de un reumatólogo al experimentar los síntomas de esta condición. Los medicamentos no pueden curar la vasculitis, pero pueden ayudar a reducir la inflamación y suprimir las áreas del sistema inmunológico responsables de la misma.
¿Hay alguna medida que pueda tomar para prevenir la vasculitis?
No, no hay forma de prevenir la vasculitis. Sin embargo, en los casos en los que la vasculitis es causada por un medicamento, evitarlo puede prevenir futuras ocurrencias.